Tenía la sensación de estar perdiendo
segundos precisos, tiempo constante
brumas azules que escapan
que sienten estar aquí
Y no tienes que decirme nada más, comenta ella.
Por qué, responde.
Porqué no va a ser, porqué no vas a querer.
Otro día preocúpate
del resto de lo que dices
importa.
Y se aleja.
Oh, se aleja.
Nadie hace caso
y dejo de verla
ya no está.
Ella sabe cómo usar una armónica
y canta una canción
que se inventa
sobre la marcha
Ella tiene el brillo de sus ojos
los padres de rodillas
los abuelos a sus pies
Es una sonrisa que ilumina ciudades enteras
un alumbrado que conecta casas
que llena de palabras
las imágenes
en cuanto las ves
Es algo más que no va a quedarse
ni todo el tiempo
ni siempre así
Ni sabiéndolo podrías detenerlo
Es imposible.
Es alguien que va a crecer
y olvidará cómo aprendió
casi todo
lo que es algo distinto a comer.
Y olvidará casi todo lo que ya sabe hacer.
Ahora, en el futuro.
Pero eso es más tarde.El poema que acabais de leer es de mi hermano Carlos.
Me ha emocionado mucho, principalmente porque quiero mucho a Carlos, ya Nebbia, y me alegra que ellos se quieran tanto. También os muestro el primer dibujo que un humano hizo de Nebbia, recién nacida, que por cierto, también es de Carlos.
Si quereis conocerlo mejor, visitad su blog:
http://carlos-maiques.blogspot.com/
Aunque cuanto más lo conozcas, más te sorprenderá.
Carlos, gracias por todos estos regalos, gracias por estar, gracias por ser, ¡te quiero mucho!
1 comentario:
Joder...aun estando más lejano, me he emocionado yo también. Supongo que solo Carlos puede escribir algo así, además sus palabras cobran otra fuerza cuando conoces a Nebbia.
Publicar un comentario