lunes, 2 de enero de 2012

crujidos

Sucedió justo después de nochevieja, primero la gran luz y el potente pitido que la seguía de cerca, y enseguida la explosión y el humo. Una nube de humo que cubrió todo el Barrio.
Vimos desde la cocina ese artilugio extraño que allí estaba, recién llegado, en la Plaza del Cabrito.
Desde el balcón, la vimos moverse, se escuchaba cómo crujía levemente y con pausas, como si se quejase por la caída, luego los crujidos se solapaban unos con otros, más rápido, más rápido, y esa sensación de...no sé, de...como de saber cosas, ¡sí! ¡de conocimiento!
Y esa masa, esa pulpa negra brotaba de todos sitios invadiendo toda la esquina de los gatos en cuestión de segundos, luego dejó de crecer, pero seguía crujiendo, y latía cambiando de forma con cada latido, parecía que se sincronizaba con nosotros.
Ahora estamos en un hotel en la playa, hemos sido evacuados, y gente de todos los países ha venido a Valencia a investigar lo ocurrido.
Mientras tanto, aquí en la playa, paseamos los tres juntos, se hace extraño porque pensamos lo mismo a veces y nos comunicamos sin hablar, y el tiempo, me da la sensación de que se está combando , es muy raro, pero estamos tranquilos,más tranquilos que nunca.
Esa cosa, a veces parece que lleve toda la vida aquí, y a veces..., a veces parece que fue ayer.
Y es que fue ayer.

1 comentario:

carlos maiques dijo...

Deih... yo también quiero probar los hot dogs telepáticos! Tendré que verlo, pero no sé si las autoridades permitirán visitas de stalkers o garabatos desaprensivos. Un abrazo y hasta otra.